Los efectos de las ondas electromagnéticas sobre la salud

Los conocimientos actuales indican efectos a corto plazo sin impacto en la salud, pero no hay consenso científico sobre los efectos a largo plazo.

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El contexto actual

Los estudios sanitarios sobre las ondas electromagnéticas requieren un doble enfoque: peritaje experimental (estudios in vitro e in vivo) y epidemiología.

Los estudios experimentales analizan las respuestas celulares a la exposición electromagnética, mientras que los epidemiológicos examinan la frecuencia de las enfermedades en los individuos expuestos, incluidos los efectos sobre diversos aspectos de la salud (sistema nervioso, reproducción y desarrollo, sistema ocular, cánceres, etc.).

En Francia, la ANSES evalúa los posibles efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud y publica informes sobre temas como la 5G y las líneas eléctricas de alta tensión para orientar la toma de decisiones públicas.

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Efectos conocidos

Los efectos de las ondas electromagnéticas sobre la salud pueden variar en función de diversos factores, como la frecuencia, la intensidad de la exposición y la duración. Los efectos a corto plazo incluyen efectos biológicos y sensoriales, así como la estimulación eléctrica, pero los efectos a largo plazo, menos conocidos, también son objeto de mucha atención. También se están realizando estudios sobre la electrohipersensibilidad.

A corto plazo, los únicos efectos sobre la salud observados tras la exposición a las radiofrecuencias están relacionados con el calentamiento de los tejidos biológicos, es decir, efectos térmicos.

A largo plazo, no se ha identificado ningún mecanismo biológico definido. A falta de consenso científico, sigue habiendo incertidumbres, sobre todo porque algunos estudios apuntan a una posible correlación entre el uso intensivo del teléfono móvil y posibles formas de cáncer cerebral, como el glioma.

El gobierno ha definido 6 buenos comportamientos que deben adoptarse para reducir su exposición. Al igual que en el caso de los campos de baja frecuencia, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha clasificado de forma conservadora esta categoría de campos como posible carcinógeno.

A corto plazo, los efectos conocidos para la salud de la exposición a campos de baja frecuencia son las corrientes inducidas en el cuerpo humano, que provocan una estimulación eléctrica del sistema nervioso. Los límites de exposición fijados por decreto se han establecido para limitar estos efectos.

A largo plazo, no se ha identificado ningún mecanismo biológico definido. Sin embargo, algunos estudios epidemiológicos apuntan a una posible correlación entre la exposición a bajas frecuencias y la leucemia infantil.

Como medida de precaución, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha clasificado esta categoría de campos como posibles carcinógenos.

En la literatura, hay muchos informes de personas que se quejan de numerosos síntomas que correlacionan con su exposición a las ondas. Esto se conoce como electrohipersensibilidad.

Aunque los conocimientos actuales no permiten establecer un vínculo entre los síntomas y la exposición, la ANSES ha llevado a cabo un estudio. Ha llevado a reconocer la realidad del dolor y el sufrimiento (dolores de cabeza, sueño, problemas de atención y memoria, aislamiento social, etc.) que padecen las personas que se declaran electrohipersensibles, impulsándolas a modificar su estilo de vida para reducir su exposición.

En Francia y en el extranjero se sigue investigando sobre este tema, sobre todo en condiciones experimentales que tengan en cuenta la vida cotidiana de los afectados por la EHS.

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Jeune femme derrière l'écran de son ordinateur portable semblant souffrir de maux de tête ou de fatigue

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Exposición a las ondas: ¿estoy en peligro?

La exposición a las ondas electromagnéticas en la vida cotidiana se considera segura dentro de los límites reglamentarios establecidos. Los niveles actuales de exposición, como los procedentes de estaciones base, teléfonos móviles, Wi-Fi y dispositivos electrónicos, siguen estando muy por debajo de los umbrales establecidos para evitar efectos biológicos en el cuerpo humano.

Sin embargo, siguen preocupando los efectos a largo plazo, por lo que seguimos las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Estas preocupaciones se centran principalmente en el uso de los teléfonos móviles, sobre todo entre los jóvenes, que los utilizan de forma intensiva. Es esencial, por ejemplo, para hacer llamadas en zonas bien cubiertas, ya que los móviles emiten menos ondas cuando reciben una señal fuerte de la estación base.

Así pues, contrariamente a ciertas ideas preconcebidas que critican las antenas repetidoras en el debate sobre las ondas y la salud, y en la medida en que la inmensa mayoría de la población utiliza terminales móviles, es necesario conocer bien las cuestiones de salud ambiental para desplegar correctamente las infraestructuras digitales.

¿Cómo puedo conocer mi exposición a las ondas?

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Auditoría

Empiece por identificar los aparatos que emiten ondas electromagnéticas y que utiliza habitualmente. Teniendo en cuenta el tiempo que utiliza estos dispositivos y la distancia a la que se encuentra de ellos, puede hacerse una idea aproximada de su exposición personal.

02

Informes

También puede consultar informes de organismos competentes para obtener una estimación general de la exposición a las ondas en su zona. Para más información, visite Cartoradio.fr. Para ir aún más lejos, la página web del Observatorio de las Ondas ofrece en tiempo real los niveles de exposición a las ondas electromagnéticas.

03

Medidas

Pida a la ANFR que mida la exposición a las ondas en su domicilio y analice las distintas fuentes de emisión ( antenas, teléfonos móviles, etc.) presentes en su casa para asegurarse de que cumplen la normativa vigente.

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F.A.Q

En esta sección respondemos a las preguntas más frecuentes sobre los posibles riesgos para la salud asociados a la exposición a las ondas electromagnéticas. Encontrará información objetiva, basada en investigaciones científicas actuales, que le ayudará a comprender mejor estos riesgos y a tomar medidas para protegerse.

En la mayoría de los casos, las ondas electromagnéticas presentes en nuestro entorno cotidiano, como la luz visible y las ondas de radio, no suponen ningún riesgo para la salud humana. Sin embargo, algunas frecuencias más altas, como los rayos X y gamma, pueden ser ionizantes y presentar riesgos para la salud, como daños en el ADN y efectos adversos en tejidos y órganos.

En el caso de los animales, la investigación se ha centrado principalmente en los efectos de los campos electromagnéticos generados por las líneas eléctricas de alta tensión y las antenas de telecomunicaciones. Algunos estudios han sugerido efectos sobre el comportamiento, la reproducción, el sistema inmunitario y otros parámetros en animales expuestos a altos niveles de campos electromagnéticos. Sin embargo, hay que señalar que los resultados de estos estudios son variables y que se necesitan más investigaciones para llegar a conclusiones más definitivas.

Si tiene alguna duda específica sobre los animales y las ondas electromagnéticas, consulte a un veterinario o experto en salud animal para que le asesore adecuadamente.

Los teléfonos móviles emiten radiofrecuencias, que son una forma de onda electromagnética. Hasta la fecha, los estudios científicos no han aportado pruebas concluyentes que demuestren una relación directa entre el uso de teléfonos móviles y efectos adversos para la salud. Sin embargo, las autoridades señalan la falta de perspectiva sobre los posibles efectos a largo plazo, y recomiendan normas de uso como utilizar un kit manos libres o favorecer las zonas con buena cobertura.

Los estudios científicos realizados hasta la fecha no han demostrado de forma concluyente que la exposición a las radiofrecuencias de las antenas de telefonía móvil a niveles conformes con las normas de seguridad tenga efectos nocivos para la salud. Las agencias reguladoras y los organismos sanitarios siguen supervisando la investigación en este campo.

Existen numerosos estudios científicos sobre las ondas electromagnéticas y sus posibles efectos en la salud humana, por ejemplo :

  • Interphone Study : se trata de un estudio epidemiológico internacional realizado en varios países para evaluar la relación entre el uso del teléfono móvil y el riesgo de tumores cerebrales. Los resultados globales del estudio, publicado en 2010, no mostraron un mayor riesgo de tumores cerebrales relacionado con el uso del teléfono móvil. Sin embargo, se han señalado limitaciones metodológicas.
  • Estudio del Programa Nacional de Toxicología (NTP): El NTP es un programa estadounidense de investigación toxicológica. En 2018, el NTP publicó los resultados preliminares de un estudio a largo plazo sobre la exposición a RF en ratas y ratones. Los resultados mostraron un mayor riesgo de tumores cardíacos en los varones expuestos a altos niveles de radiofrecuencias. Sin embargo, estos resultados siguen abiertos al debate y requieren más estudios.
  • Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC): el CIRC es un organismo especializado de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2011, el CIRC clasificó los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como «posiblemente cancerígenos para los seres humanos» (Grupo 2B), basándose en pruebas limitadas e incertidumbres sobre los posibles efectos para la salud.

Hay que tener en cuenta que la investigación sobre las ondas electromagnéticas y sus efectos es un campo en evolución, y periódicamente se publican nuevos estudios. Los organismos reguladores y de salud pública siguen supervisando la investigación y evaluando las pruebas disponibles para establecer recomendaciones y directrices.

Varios organismos reguladores y organizaciones de salud pública participan en la evaluación y regulación de las ondas electromagnéticas. Aquí tiene algunos ejemplos:

Hay que tener en cuenta que cada país puede tener sus propios organismos reguladores y de salud pública responsables de supervisar y regular las ondas electromagnéticas de acuerdo con sus propias normas y reglamentos nacionales.

En Francia, los valores límite de exposición a los campos electromagnéticos los definen los organismos reguladores, que pueden promulgar decretos y leyes (la ley Abeille o el decreto nº 2016-1074, de 3 de agosto de 2016, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos debidos a los campos electromagnéticos, por ejemplo). Los principales valores límite de exposición para las frecuencias más utilizadas son los siguientes:

  • Para radiofrecuencias (utilizadas por teléfonos móviles, estaciones base, etc.): 41 V/m para una frecuencia de 900 MHz y 61 V/m para una frecuencia de 1800 MHz para el público en general. 61 V/m para una frecuencia de 900 MHz y 87 V/m para una frecuencia de 1800 MHz para los trabajadores expuestos.
  • Para campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia (50 Hz): 5.000 V/m para campos eléctricos y 100 µT (microteslas) para campos magnéticos para el público en general. 10.000 V/m para los campos eléctricos y 500 µT para los campos magnéticos para los trabajadores expuestos.

Estos valores límite se basan en las recomendaciones de la ICNIRP (Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes) y tienen en cuenta un determinado nivel de seguridad para proteger la salud humana contra los efectos térmicos (aumento de la temperatura corporal) y los posibles efectos no térmicos. Es importante subrayar que estos valores límite se aplican tanto a la exposición continua como a la de corta duración. Pueden tomarse precauciones adicionales para determinadas poblaciones sensibles, como niños, mujeres embarazadas y personas con determinadas afecciones médicas.